Este verano he viajado a Inglaterra.
Yo ya había estado con mi familia, pero esta experiencia ha sido completamente diferente.Primero porque ir sola, sin tus padres, ya es un regalazo, continuando con que he tenido que aprender, a medias, a manejarme sola por una ciudad que solo conocía gracias a un mapa que me acompañaba ¡y a un amigo que me servía de guía andante! Siguiendo, puesto que he pasado quince días conociendo a gente nueva, de otros lugares y otras culturas, desde los miembros de la familia con la que dormía hasta unos amigos Iraníes, pasando por un chino, un árabe, franceses, georgianos y alemanes, e incluso gente de aquí, Málaga, de mi mismo colegio, ¡que casi ni había visto! Todos estábamos allí para lo mismo, la última vivencia: ¡pasar dos semanas hablando inglés! Impresionante.
Una nueva ventana se abre.